Entrevista a Antonio Reyes

Antonio Reyes Montoya cantaor flamenco de Chiclana de la Frontera, vuelve a visitar Zamora el viernes 15 de julio, esta vez en San Vitero, acompañado a la guitarra por su hijo Nono Reyes y compartiendo cartel también con su hermana Remedios Reyes y la cantaora sanluqueña Alba Bazán.

Antonio Reyes tiene el poder de transportarte a otras épocas y lugares con esa manera de hacer de su cante una brisa que te mece suave o un huracán que te sacude por dentro, pero siempre desde esa serenidad humilde que tiene en el escenario. Es una alegría volver a tenerlo por estas tierras y un honor que nos haya concedido unos minutos para preguntarle algunas cosas.


Buenas tardes Antonio, he visto que estás grabando un nuevo disco con Dani de Morón, ¿Qué me puedes contar?
Sí, ya tenemos unos cuantos temas grabados y después del verano retomaremos porque ahora estamos los dos muy liados. Acabaremos la grabación a finales de año y el disco se publicará en primavera de 2023. Lo produce Dani de Morón y va ser un trabajo totalmente distinto a los anteriores discos.

Yo creo que la soleá y la seguiriya son la madre y el padre del cante

Cuando te han dado a elegir he visto que eliges la seguiriya…
Yo creo que la soleá y la seguiriya son la madre y el padre del cante, pero en mi caso depende del día, si me coge mejor por soleá o por seguiriyas. Aunque también pienso que lo más difícil es cantar por bulerías bien, porque hay que reunir muchas cualidades. O un fandango, que dicen que son cantes chicos, pero eso depende sólo del intérprete, un fandango bien cantao pues es una seguiriya, no?
Un fandango de Paco Toronjo es una seguiriya, el cantaor es el que le da el valor, todos los cantes son difíciles.

Entre un público aficionado y alguien que se está empezando a acercar al flamenco, ¿tienes preferencias?
Ambos son importantes, con un público entendido lo que haces es crecerte y eso está bien, y con un público menos aficionado la satisfacción está en enseñarle, en llegarle.

¿Qué es lo que más te gusta de subirte a un escenario?
Cuando subo a un escenario y rompo el hielo y siento el calor del público y su respeto, eso es lo que más me gusta de todo.

En San Vitero te acompaña a la guitarra tu hijo, ¿qué tal os lleváis sobre las tablas?
Pues muy bien, él es muy joven pero ya le está tocando a grandes cantaores. Le gusta mucho el cante, un buen guitarrista para tocar bien tiene que saber de cante igual o más que el cantaor y Nono tiene esa virtud, que le gusta y sabe por dónde va el tema, entonces toca muy bien para el cante.

Y cuando toca conmigo pues como nos conocemos bien y pasamos mucho tiempo juntos pues eso influye.

Para ser buen cantaor ¿qué cualidad consideras más importante?
Creo que para cantar bien lo más importante es la afinación, por bien que hagas los cantes si no van afinados… El cante tiene que ir afinado y después, el corazón, el sentimiento.

¿Qué tal se vive del flamenco?
Pues yo gracias a dios no me puedo quejar. Llevo desde pequeño en los escenarios y no he hecho nada más que cantar y la verdad es que me va muy bien, claro, hay de todo, pero yo no puedo quejarme.

¿Crees que este verano ya hemos recuperado el volumen de actuaciones respecto al 2019 o es mayor?
Yo creo que es más, porque después de este tiempo que hemos tenido en blanco el público quizás como que tiene más ganas, no sólo de flamenco, sino de fiesta en general. Porque la verdad es que lo hemos pasado mal, hemos estado parados totalmente durante la pandemia, en nuestro gremio especialmente los artistas que dependían de un tablao lo han pasado peor.

¿Qué te ha supuesto a ti pasar por esto?
Este tiempo de parón me sirvió para aprender cosas, en el flamenco nunca se deja de aprender y al estar parado pues he aprovechado para escuchar y ensayar más.

Este tiempo me ha servido para confirmar también que nadie es más que nadie, que todos somos iguales.

¿Cómo se llevan los kilómetros?
La verdad es que es sacrificado aunque después de tanto tiempo ya estoy acostumbrado. Pero también uno hace lo que le gusta, porque a mí lo que más me gusta es cantar y estar en contacto con el público, así que es un sacrificio que hago con gusto. No hay cosa más bonita que vivir de lo que te gusta.

¿Nunca quisiste ser otra cosa que cantaor?
La verdad es que empecé a cantar desde chiquitito, no tenía casi ni uso de razón cuando cantaba ya. Y después con 12 o 13 años que me cambió la voz pues empecé a tocar la guitarra, pero aunque toco la guitarra se me dio mejor el cante y entonces tiré por el cante más que por la guitarra. Y eso es lo que he hecho siempre.

Sois una familia de artistas ¿cómo es un día normal en tu casa?
En mi familia casi todos cantan, bailan…, así que un día normal es eso, todo el día una guitarra y un cante y un baile. Es lo normal. (sonríe)

¡Qué maravilla!
La verdad es que sí.

Muchísimas gracias Antonio por dedicarnos un ratito, hasta el viernes.

Entrevista realizada por: Estefanía Regalado para el Foro Flamenco Zamora